sábado, 14 de septiembre de 2013

De guantes, pendientes y móviles

Hace ya casi un año viajé con mis amigos a los Países Bajos. ¿Qué pasó entonces que tenga relevancia hoy? Diría que es culpa de la casualidad, pero siendo realista, mis despistes son la explicación.

En aquel viaje, hicimos una parada de dos noches en Ámsterdam, nos hospedamos en un hostal curioso y descubrimos la arquitectura de las escaleras neerlandesas. Yo además, descubrí que en un abrir y cerrar de ojos podía perder mis guantes y mis pendientes favoritos. Y ya en el avión de regreso me di cuenta que había perdido una pulsera mientras la llevaba puesta...

Volviendo al presente, adivinad qué me paso a las pocas horas de llegar a Leuven. Volví a perder uno de los pendientes que llevaba puestos, justamente los que habían pasado a ser mis preferidos.

Pero esto pasó hace poco más de dos semanas, y ha habido tiempo más que suficiente para que mis despistes me recuerden que debo pensar más lo que hago. 

Así que sí, ayer fue el día. Me pasó algo inevitable, algo que nunca pensé que me pasaría. Como todos los días, bajé a hacer la cena pero como no, el interruptor de la luz de la zona comunitaria de la casa que hay en mi rellano-descansillo (de un metro cuadrado) seguía sin funcionar. Cogí mi móvil, perdón mi smartphone, y puse la cámara con el flash activado a modo de linterna. Hasta aquí todo perfecto. La cena también fue bien. 

Donde se produjo el punto de inflexión fue a la hora de subir las cosas lavadas. Para aprovechar el viaje de regreso a la habitación, decidí visitar el baño, con el móvil en el bolsillo trasero de mis tejanos. No me había siquiera bajado completamente los pantalones, cuando todo sucedió: móvil al agua. Metí la mano sin pensar y lo saqué. Salí del baño y encendí la pantalla para ver si funcionaba. 

Y sí, no sé si será el agua belga de los inodoros pero el móvil me funciona. Estuve haciendo fotos por la noche y utilizándolo normalmente. Hoy me he dado cuenta, que quizás tendría que haberlo abierto y secado por dentro. La verdad, es que soy bastante despreocupada con estas cosas y como me funcionaba no le dí más vueltas.  Aun así, para que no se diga, lo he metido en una caja con arroz, por aquello de que el cereal absorbe la humedad. Espero que mañana cuando lo encienda no tenga los problemas que no he tenido hasta ahora ;)


¡Hasta la próxima!

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Kruidtuin


Antes de que se acabe el verano y aunque aquí ya no vayamos a notar el calor del sol, quiero hablar de un parque que descubrí mientras caminaba sin rumbo durante mis primeros días en Leuven. 

Era viernes y todavía no había llovido. Como ya había encontrado alojamiento pero todavía no tenía las laves, salí a pasear.

Pese a que parezca imprudente o de estar poco interesada, antes de venir aquí no quise buscar mucha información o fotos para así poder sorprenderme una vez pisase suelo belga. (Ni siquiera leí los panfletos que había pedido a la oficina de turismo, simplemente los metí en la maleta.)

Pues bien, ese día miré mi mapa y dividí la ciudad en cuatro partes. Esa tarde recorrería lo que para mi era el tercer cuadrante. 

No fue así ya que a los cinco minutos de haber salido del hostal me topé con un parque. Decidí entrar y según un letrero en la puerta, pude entender que estaba en una de las entradas del Jardín Botánico o Kruidtuin, el más antiguo de Bélgica.

He de destacar que es un sitio muy tranquilo, donde puedes pasear y recrearte con sus flores, plantas, árboles e incluso animales ya que hay gallinas y panales. Por supuesto, puedes sentarte en un banco y leer o simplemente ver pasar las horas, como nos invita una de las estatuas que se pueden encontrar en él.

No me cabe duda que la naturaleza forma parte de la ciudad -de momento tengo cuatro parques públicos contabilizados- y es algo que sus gentes tienen muy interiorizado. De hecho, siempre veo macetas con plantas colgando de las fachadas o ventanas de las casas particulares y sabéis qué, abundan los geranios.
   
Me gustó mucho encontrar este oasis en medio de la ciudad al que, por cierto, ya he hecho más visitas y eso que llevo aquí sólo dos semanas. 
 
 
 



¡Hasta la próxima!


lunes, 9 de septiembre de 2013

¡Comenzamos!

Empiezo este blog para acabar con esos momentos típicos que todos tenemos, aquellos en los que quieres hacer algo pero no sabes qué. Espero que este sea mi qué.

Por ahora lo que voy a descubrir es Leuven, una ciudad universitaria situada en la región flamenca de Bélgica.

De Leuven o Lovaina se puede encontrar información tanto por fuentes no oficiales (léase wikipedia) como oficiales, así que no seré yo quien os haga de loro. Ya fuera de coñas, antes de venir me enteré gracias a una vecina que se podía pedir a la oficina de turismo de Bélgica: Flandes y Bruselas unos panfletos con información de esta parte del país. Me puse manos a la obra y en menos de una semana los recibí en casa de forma gratuita. Si alguien está interesado los puede pedir aquí.


                       Estos son los que pedí: Bruselas, Leuven, Gante y Amberes.

Por cierto, la semana pasada hizo un tiempo muy bueno y rondábamos los 30ºC, hoy es lunes y la lluvia ha hecho acto de presencia.

Off-topic: dejo un vídeo de Manel, un grupo que descubrí hace unos meses. Es probable que ya los conozcáis pero si no es así, adelante :)



¡Hasta la próxima!